martes, julio 24, 2007

A la joven S

Llorar cenizas y en ellas ver
el crujir de un lamento.

Las carencias de plata,
cubiertas en oro,
despiertan tristezas
en mi vil decoro.

Matando gorriones
con cañones rotos.

Sintiendo estar en tu mira,
por no aborrecer del mal
que de tu ira conspira.

Aún sintiéndome herida
tienta mi pena el mirarte
ahí tan desvalida.

Que de hacerte huir
terminas,
haciendo cosas mezquinas,
solo por reconstruir tus ruinas.


PD. He conocido a muchos como tú, algunos de ellos entre mis seres queridos. Y lamento decir que todos ellos son seres tristes y grises que suplen sus carencias con falta de humildad y humillación al igual. La seguridad en uno mismo implica no sentir la necesidad de demostrar ser superior. Es una lástima que no te hayas dado cuenta, y lo que también es una lástima es que por mi experiencia posiblemente no lo hagas nunca.

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