martes, octubre 10, 2006

Cien son los vientos que soplan en dirección al oeste.
Cien las canciones silbadas, por la brisa, en esquinas,
en agudas notas cantadas, al fulgor del mediodía.
Oye pasear al viento, en el aliento de una araña
presa de sus ocho patas en su fulgente tela.
A la espera del despertar, en el final del concierto,
al suave calor del tacto de la penúltima nota;

en el acto final, en el silencio.

_____________________________________________
Encontremonos en el recuerdo, en el silencio, en las miradas perdidas, en el dolor y la alegría, el los suspiros ajenos, en habitaciones vacias con vistas a cobertizos desiertos. Encontremonos aquí, en mis desencuentros.

1 comentario:

Isthar dijo...

Ojalá tu silenci no fuera tan grande, algunos seguimos siempre esperando que regreses :)

Un abrazo