domingo, julio 20, 2008

Rememorando

Vino el día

Comiendo a la negra dama;

Pereció la última estrella.

En un confuso cielo,

El rocío mojado

Recogió mis pasos.

Fue la noche que no dormimos.

Nadamos y bebimos del agua del paraíso;

Dándonos la muerte a la luz del alba.

Fuimos los vampiros de las horas,

Exprimiendo de la fuente de la vida

La senda de la inocencia.

Son de regocijos y recuerdos

Inundaron mi añoranza;

Extraviados fantasmas,

Ecos de mi memoria.

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