dudando

Entre la noche y la luna
existen angostos paisajes.

Son bellos por su cruel rareza.

Ensucian las estrellas
con su oscura luz;
reducen los sentidos,
abruman de dolor,
rasgan cuanto encuentran
caminando.
Andan y andan,
sin mirar
sin sentir,
sin dolor ni pena.
Como el psicópata
lavandose las manos
reflejadas en sus frios ojos.

Espinos y más espinos
habitando en ningún lugar,
donde no se encuentran;
en mi oscuridad,
en tu oscuridad.
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Encontremonos en el recuerdo, en el silencio, en las miradas perdidas, en el dolor y la alegría, el los suspiros ajenos, en habitaciones vacias con vistas a cobertizos desiertos. Encontremonos aquí, en mis desencuentros.