martes, febrero 08, 2005

Se que probablemente sea díficil de entender para cualquier urbanita. En una ciudad a lo largo del día puedes llegar a cruzarte con tanta gente como hay en el lugar donde están mís raices, donde en un día frio se puede cruzar el pueblo en el más completo silencio, en la más austera soledad, donde igual que los odios son rancios y viejos, las amistades són más que eso, són amistad de hermanos, de colegas. Por esto los días como hoy y como ayer y antesdeayer, son tan negros, más austeros y duros de lo que son ya de por si. En este caso no hay medias tintas, el dolor es extenso y dilatado y quien más y quien menos ha dejado un conocido, al amigo de un amigo, al hermano de un amigo, por no hablar de los familiares. No existen suficientes palabras de consuelo para ellos, solo los abrazos de los más cercanos, el llanto compartido mitigaran la angustia de la herida que ha quedado abierta, y que probablemente nunca cicatrizaran del todo ya que siguiran resonando eternamente en el silencio.

_____________________________________________
Encontremonos en el recuerdo, en el silencio, en las miradas perdidas, en el dolor y la alegría, el los suspiros ajenos, en habitaciones vacias con vistas a cobertizos desiertos. Encontremonos aquí, en mis desencuentros.

2 comentarios:

Isthar dijo...

Ánimo preciosa. Ya sabes lo que dicen de que una pena compartida se convierte en media pena. Quizá repartiéndola podais hacer que el silencio dure menos y que los recuerdos hermosos sean lo que sigan vivos en cada uno de vosotros.

Cale dijo...

Gracias Ish!!!